La tensión política y social en Cataluña y el traslado de los restos de Francisco Franco han restado atención en España a la durísima noticia de la muerte de 39 emigrantes encerrados y abandonados en un camión cerca de Londres. Lo ocurrido expresa una enorme carga de maldad y falta de humanidad. El mensaje de una joven vietnamita a sus padres, cuando se sentía morir de asfixia, diciendo que su intento de buscar el futuro en el extranjero había fracasado, rompe el corazón y es símbolo de que el tráfico de personas, conocido desde la antigüedad, es uno de los grandes males del mundo actual. Combatir a estas mafias que trafican con seres humanos tanto en el mar como en tierra debería ser de máxima prioridad para los estados.