Córdoba rindió ayer homenaje a cinco de los once parlamentarios que iniciaron la andadura de la Constitución en 1978, hace hoy 40 años. Con la subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela, como anfitriona, rememoraron sus vivencias los diputados de UCD Carmelo Casaño y José Javier Rodríguez Alcaide; los diputados del PSOE Rafael Vallejo y Emilio Fernández, y el senador socialista Manuel Gracia. Cada cual apuntaló un detalle de aquellos años de los que recordamos menos los problemas que el resultado: un marco de convivencia consensuado para España. Quizá por eso, porque la tensión del blanco y negro, los miedos tras la larga dictadura y hasta los asesinatos de Atocha se difuminan en la memoria, quizá por eso, repito, es por lo que jóvenes y cuarentones políticos de hoy se atreven a proclamar que aquello fue un enjuague de posfranquistas chocheantes y la Transición no valió nada. Quizá por eso, porque no hay memoria y porque no hay conciencia de la importancia de convivir en paz, hay tanto irresponsable con falsos relatos que conducen al odio. Dijo Carmelo Casaño: espero que estas dos Españas que se están reproduciendo otra vez no vayan a más, que se diluyan pronto. Ojalá la sabiduría de este político, abogado y escritor sea escuchada.