Tan distintas. Una muy cerrada y sola, otra muy abierta y cosmopolita. La nuestra ha perdido en cinco años tres mil habitantes, la otra los ha ganado. En la nuestra el índice de desigualdad de rentas es muy alto, 45,8, en la que está a una hora de AVE esa desigualdad es menor, 31,54 de Gini. Se trata de parangonar las ciudades de Córdoba y Málaga. Su calle Larios para Navidad total y artísticamente iluminada y nuestra calle Cruz Conde/Foro Romano solo está iluminada en su Foro. Y como era de esperar el desempleo en aquella no alcanza el 10% y en la nuestra lo supera.

Existe una clara relación entre eficiencia y productividad en las economías urbanas, porque la aglomeración, si está acompañada de densidad y proximidad, permite la reducción de ciertos costes de producción de bienes y servicios y mayor consumo de la población. Málaga es ciudad metropolitana porque supo acrecentar la proximidad de los pueblos costeros en tanto que Córdoba no lo ha logrado con las campiñas alta y baja. Cuando existe densidad y proximidad los factores de producción se acercan en tiempo y espacio y crean valor. Córdoba, que representa el 41% de la población provincial, no tiene la capacidad de atracción de Málaga, cuya población solo asciende a la tercera parte de la de la provincia. Nos preocupa no solo la pérdida de población, sino su envejecimiento, y no es raro que decrezca dado su desmantelamiento industrial.

¿Qué factores diferentes existen para que Málaga crezca y Córdoba no? Avanzo algunos factores diferenciales. La dotación de infraestructuras es mejor y más plural en Málaga que en Córdoba. Allí se accede por autopista gratuita o de peaje y mediante un aeropuerto internacional, acá no se puede acceder por autopista por la diagonal Badajoz-Granada ni por el aire ni por la orilla suroeste del Guadalquivir.

Málaga ha dispuesto de planes de urbanismo abiertos hacia sus barriadas a lo largo de la costa, ausente en Córdoba en relación a nuestros núcleos de población diseminados por el valle y hacia la sierra. Aventuro que los gobiernos locales nuestros han sido más débiles que los de Málaga ante los poderes de Sevilla y Madrid. Basta comprobar nuestras carencias históricas y nuestros errores conceptuales sobre cómo ordenar nuestro gran espacio municipal desde Torres Cabrera a Cerro Muriano y desde Alcolea a Villarrubia. Obviamente ellos tienen playa, mar y un clima benigno y nosotros ofrecemos un clima continental insufrible en verano.

Estas ciudades, históricamente, en el pasado siglo allá por los años cincuenta a setenta, urbanizaron la pobreza en sus casas de vecinos. Aquí en la Axerquía y allá en el Perchel. El Perchel ha desaparecido pero muchas casas de nuestra Axerquía norte se desmoronan y también en San Agustín y San Pedro. La urbanización de la pobreza reduce la productividad laboral, aumenta los problemas de salud, violencia y desesperanza. En Málaga hay una relación aceptable entre economía formal y economía en la sombra en tanto que ese equilibrio no se da en nuestra ciudad.

El descenso de población en la ciudad de Córdoba hace decrecer la probabilidad de aumento de la productividad y reduce el valor de su patrimonio inmobiliario no solo en la Axerquía sino en el centro de la capital. Todo lo contrario sucede en el Perchel y en la Misericordia. Tal variación afecta a la recaudación municipal, de modo positivo allá y de modo negativo acá. Nadie puede predecir el futuro de estas dos ciudades pero la nuestra se enfrenta a retos importantes como son su envejecimiento y despoblación por emigración de jóvenes relativamente bien formados.

*Catedrático emérito de la UCO