Quizá sea Manolo Martínez, la fisonomía de melena rubia del grupo Medina Azahara, quien tenga más claro el origen de los cordobeses, aunque sean de provincia, como él, que nació en Posadas. ¿Somos solo romanos del Puente, como le gusta al profesor Vaquerizo, árabes de la Mezquita y Medina Azahara, como al roquero maleno, o solo descendientes de los judíos de la Sinagoga, como le gusta al obispo, por lo de su conexión con el catolicismo? (el cristianismo puede ser otra cosa). Y los hispanoamericanos, aquellos que conocimos a través de Colón y del resto de conquistadores de espada y cruz a los que hoy, 12 de octubre, recordamos en la fiesta nacional ¿qué piensan cuál es su origen, aquellos poblados de la selva americana de sus ancestros o quienes les enseñaron el castellano, hasta con palos, la segunda lengua que se habla en el mundo y con la que se defienden como inmigrantes en España? Considerarse herederos de la pureza y esencia de una sola rama, como ahora les ocurre a los nacionalistas catalanes, no entra dentro de la globalidad en que vivimos. En Córdoba somos, como dice nuestra arquitectura, un mundo abierto donde caben todas las razas y creencias, desde el circuito del Parque Cruz Conde, donde se asentaron los primeros cordobeses --que, por cierto, venían de fuera, como casi todo el progreso--, hasta el río Guadalquivir, las ermitas de la Sierra, el monasterio de San Jerónimo, los peroles del Arenal y Los Villares o los roqueros andaluces paseando por la Mezquita. Por eso la capital y la provincia se atreven este largo fin de semana con la multiculturalidad de actos, eventos y convocatorias. Ayer comenzó Eutopía en la capital y en Villanueva de Córdoba la 18 feria del jamón ibérico de bellota, una incitación a la embriaguez de la imaginación; en Castro del Río la invitación es a Ars Olea, la feria artesanal; y en Villaralto, mañana, se celebrará la primera huevada ecológica que a las 14 horas parece que lo será menos porque se podrá comer chorizo con los huevos, y al mismo tiempo se enseñará el Museo del Pastor a los participantes en las Jornadas de Patrimonio Europeo 2018. El 12 de octubre es un día abierto a los orígenes, a los que aman las patrias, la Guardia Civil o la Virgen del Pilar, a quienes piensan que las carabelas de 1492 nos abrieron al mundo y a quienes reparten cariño entre tanto/a emigrante/a que afortunadamente encuentran el amor en España. El 12 de octubre no es la imposición de un sentimiento sino una diversidad más bien parecida al Festival de Callejas de Córdoba, que dura hasta el domingo, porque precisamente sus nombres reflejan la variedad de nuestros orígenes: Arquillos, Santa Clara, Rincones de Oro, Imprenta, Pan y Conejo, Marquesa, Corral del Obispo o Buenos Vinos... De todo un poco.