Lo has pasado fatal. Pero ahora los resultados son buenos, y hasta dentro de un tiempo no tendrás que volver a someterte a esas pruebas que tanto miedo dan. Respira. Te lo mereces. Con un nuevo esfuerzo, vuelves al trabajo. Pero cuando la alegría inicial se desvanece, observas unas miradas extrañas, huidizas. ¿Se puede confiar en ti y promocionarte, o bien deberían tratarte como a un premuerto? ¿Tienes futuro? Nadie te lo pregunta directamente; es feo. Pero si tienen que escoger, habitualmente se inclinarán por alguien que no haya sufrido un cáncer.

¿Y los bancos? ¿Una hipoteca? Cómo no. Antes tiene usted que contratar una póliza de vida. Te han cazado. Si en los cuadros que debes rellenar escribes cáncer, olvídate. Al banco le sabría tan mal que tuvieras que dejar de trabajar (y peligrara su recibo mensual), o directamente que te murieras... No quieren ni imaginarse teniendo que dar el pésame a tus herederos... Olvídate de la hipoteca.

Ahora que estás bien, quizá es el momento de plantearte tener un hijo. Con la quimio, los ovarios han quedado dañados. Adoptaremos. Todos queremos lo mejor para unos niños que ya han sufrido un abandono. Pero ¿y si tuvieras una recaída? ¡Pobres niños! Pues no, tampoco vas a poder adoptar. (Si puedes, hazte congelar los óvulos antes del tratamiento). Además, si no tienes un nivel económico, social y cultural medio o medio alto, y no trabajas en una empresa con valores éticos, la discriminación laboral será descarnada. Para ser una cajera en un supermercado o trabajar como un chico de almacén, los hay a docenas sanos.

Me dicen que en el ámbito profesional no es ni legal ni ilegal preguntar por las enfermedades (el seguro de asistencia sanitaria es distinto). Me fastidian los vacíos legales, porque se usan como agujeros para estrangular la vida a las personas. Denunciad la discriminación poscáncer y no permitáis que os consuelen con dulces palabras y hechos amargos. El abrazo, que sea exclusivo para las personas que después de la enfermedad os ofrecen vuestros derechos a vivir en plenitud.

* Periodista