Dios sigue haciéndose presente en la poesía actual. Y bueno será percibir su presencia, respirar su esencia, en los deliciosos poemas que nos presenta la reciente antología elaborada por José Julio Cabanillas y Carmelo Guillén Acosta, que lleva por título Dios en la poesía actual, editada por Rialp. El presente libro quiere ser la continuación de aquel que escribiera la poeta de la generación del 27 Ernestina de Champourcín, al volver de su exilio mejicano, también con este mismo titulo. «No se trata de empezar donde ella lo dejó, nos dicen sus autores, aquellas generaciones de poetas que no aparecieron entonces en esa antología. Lo propuesto por la colección Adonáis es recoger ahora poemas de autores actuales, vivos. La línea cronológica es que hayan nacido a partir de 1950. Se trata de ‘antologar’ a las tres generaciones de poetas españoles que se han sucedido durante nuestra democracia». En este tiempo cuaresmal, nos viene de maravillas la lectura de una poesía religiosa que se clava en el alma, nos desvela los misterios insondables, afina el espíritu, sosiega la conciencia, abre horizontes de luz y de esperanza para tantos caminantes atormentados por las dudas, las prisas, los dramas de este mundo envuelto en las llamas de la violencia, el engaño y la injusticia. La galería de poetas que desfilan por estas páginas es muy amplia, muy completa, muy rica en temas y poemas. Desde la primera poesía de Gracia Aguilar, Libérame, Domine, hasta la última, con la que se cierra la Antología, de Fernando de Villena, titulada Campaña electoral, el recorrido resulta ilusionante. Gracia desgrana estos versos: «Señor, líbrame de la muerte eterna./ Yo que siempre creí/ en un final/ con azoteas luminosas,/ hoy dudo./ Perdida estoy, Señor,/ cógeme de la mano;/ hazme danzar,/ embriágame de luz». Y Fernando Villena, en su poema sobre la campaña electoral, de gran actualidad, proclama: «...Vota a quien expulse del santo templo/ que este mundo puede ser/ a los mercaderes sin alma,/ vota a quien no tenga miedo de enseñarnos/ cuáles son los nuevos fariseos...». El Dios de los poetas se adentra más intensamente en las conciencias libres.

* Sacerdote y periodista