A veces una mala noticia viene. -- Soy su contrario --digo.

--- ¿Y eso qué significa?

--- Que lo llevo dentro. Llevo dentro a Millás porque él me ha llevado dentro durante el todo el invierno.

--- Pues firme aquí y aquí.

-- Soy su contrario --digo.

-- ¿Y eso qué significa?

--Que lo llevo dentro. Llevo dentro a Millás porque él me ha llevado dentro durante el todo el invierno.

--Pues firme aquí y aquí.

Firmo por duplicado, en estereofónico, con una rúbrica alegre y otra infeliz. Cuando llego a casa, me llama un primo hermano:

--Tengo dos noticias, una buena y otra mala --dice--. ¿Por cuál prefieres que empiece?

Cuelgo sin darle tiempo a continuar. Si una de ellas es mala, pienso, las dos son malas. Aunque, quizá si una es buena, las dos sean buenas. Cuando se mezcla la sal con el azúcar, prevalece el sabor de la sal. ¿La sal era la buena o la mala noticia? He ahí el dilema.

* Escritor