Sin tinta
Mi diario del coronavirus: día 11
Undécimo y decimo primero es muy largo. Nos pasamos a las cifras. Erte y compras. 'Jartica' del coronavirus dice ella que está. Hagan el favor de no pasear por el supermercado. Las azoteas se acabaron
María Olmo
19/03/2020
Hoy el teléfono echa humo por la mañana. Vuelvo a hablar con una abogada que está teletrabajando. En concreto, haciendo papeles de los Erte a toda pastilla. Está, natural, de mal humor, y se muestra poco considerada.
-Pues estoy jartica del coronavirus.
-Yo también.
-No, digo que estoy harta de tanta información sobre el coronavirus.
-Ah. Pues métete en la web de los museos del mundo y los vas recorriendo.
-Es que entonces no me entero de lo que pasa, y eso ahora mismo es imprescindible.
Vale, amiga, sin comentarios. Hablo también con O.L. y me informa de que hay que ir a la compra temprano, que a las seis de la tarde algunos días llega el desabastecimiento al súper. Bueno, un día concreto, que es cuando ella fue a comprar. Me llama M. y me dice que solo le quedan dos rollos de papel higiénico. Debe ser la única de España, es una negligencia inconcebible. Hablo con C.T., funcionario de la Junta de Andalucía, y opina que no le va mal el teletrabajo, aunque se hace más largo de la cuenta. Vuelvo al asunto supermercados, es esencial. M. va a la carnicería y no tenían carne de cerdo. Le dice el carnicero que no les da tiempo a matar tanto cochino y tanto pollo, que las familias que compraban un kilo a la semana ahora compran cinco. Ojú. Cierro el ítem supermercados con un detalle clave que ha ocurrido en Piedra, no digo en cuál, aunque es para felicitar a la encargada. Amablemente ha pedido a los clientes que vayan «a comprar por favor, no a aprovechar para pasearse por los lineales». Según parece, hay quien, como no puede ver escaparates en la calle Gondomar, opta por mirar con detenimiento las latas de sardinas. ¿Es que no nos queremos enterar? Esto es peligroso, hay que salir de casa lo menos posible, y no poner en situación de riesgo a otros clientes y a los empleados, que están haciendo una labor encomiable por todos.
Han prohibido hacer ejercicio en las azoteas. Ni siquiera por turnos. Otra medida molesta que es necesario aceptar, aunque menos mal que tenemos que tender la ropa. En el terral, como dicen los malagueños y almerienses. Hoy ha vuelto a subir la cifra de infectados por coronavirus, y se espera que la estadística se dispare con los test rápidos. El aplauso a los sanitarios cordobeses ha sido muy grande en mi calle. Ánimo y gracias.
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