Estimado Dr. Beatson, la paciente que le remito esta sufriendo un cáncer de mama. Tiene 33 años de edad, casada y madre de dos hijos, el mayor de 3 años y el menor de 15 meses. Ella amamantó a sus dos hijos durante doce meses, principalmente en el seno izquierdo, mientras el seno derecho supuraba durante dos o tres semanas. Mientras amamantaba a su primer bebé, observó un pequeño bulto duro en el lado externo de su seno izquierdo, como era indoloro y no había aumentado de tamaño no dio más importancia. Fue solo cuando nació su segundo bebé veinte meses después que se dio cuenta de que estaba aumentando el nódulo. Le dio de mamar al niño en ambos senos y no fue hasta después de diez meses, cuando el tumor había crecido bastante, que destetó al niño y buscó consejo. Ella ha estado antes en la Royal Infirmary y después de verla coincido con ellos en que poco se puede hacer por ella. Pero como es una mujer de gran coraje, podrías echarle un vistazo por mi tranquilidad, y tal vez puedas hacer algo, por poco que sea ella lo recibirá con gran agradecimiento. Con un cordial saludo, muy sinceramente suyo, James W. Wallace. 37 Apsley Place, 6 de mayo de 1895.

De esta manera un galeno comprometido y contagiado por el coraje de su paciente (Dr. James Wallace) busca ayuda en otro compañero. Un relato real que mereció ser publicado hace más de 120 años en la revista científica Lancet, por los resultados clínicos que obtuvo el Dr. Beatson, tienen en la actualidad vigencia desde el punto de vista científico. Ante lo que era claramente un cáncer de mama gestacional (desarrollado durante el embarazo) identificar que una de la posibles causas fuera una desregulación hormonal y establecer la extirpación de los ovarios como una estrategia útil, fue todo un avance en el mejor conocimiento y tratamiento de esta enfermedad del que se benefició nuestra protagonista.

Con no menos vigencia que la científica, las pacientes de nuestro tiempo acuden a nuestras consultas con el mismo coraje y disposición de entonces. Dispuestas a todo lo que sea por vivir, por poco que sea. Agradecidas y aferradas a la existencia procuran y nos estimulan en la búsqueda de mejores soluciones. En un día como hoy, solo cabe a ellas admiración y reconocimiento.

*Médico