Desconfían los partidos políticos de Susana Díaz. Aunque ella y su entorno siguen manteniendo que no hay motivo para adelantar las elecciones andaluzas, nadie cree que la presidenta de la Junta de Andalucía vaya a aguantar hasta marzo del 2019 arriesgándose a que le estalle como una bomba la sentencia del caso ERE. Aun cuando los acusados salieran absueltos, remover ese asunto en campaña no es plato de gusto. Esa desconfianza ha llevado a la convocatoria de primarias en Podemos y Ciudadanos para decidir los candidatos a las autonómicas. En el caso del partido de Albert Rivera, aunque son 14 los aspirantes -y ninguno de Córdoba- nadie contempla que se le arrebate la cabeza de lista al actual presidente andaluz del partido, Juan Marín, aunque son tantas las sorpresas que nos está dando la política que vaya usted a saber. Están votando telemáticamente y hasta mañana dicen que no darán los resultados.

Más complicado está lo de Podemos. Teresa Rodríguez se enfrenta también esta semana por la primacía a Isabel Franco, que ayer estuvo en Córdoba. El duelo entre Rodríguez y Franco es el duelo entre los ‘anticapis’ andaluces y el aparato de Podemos. Hay una fuerte desconfianza interna entre los morados. Desde el Madrid de Pablo Iglesias se teme que Teresa Rodríguez active la ‘Marea andaluza’ y se recela de su buena sintonía con el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, e incluso se teme que la confluencia relegue la marca Podemos. Ella asegura que IU tiene en Andalucía más fuerza que en otras zonas de España y se merece, por tanto, más respeto. Gane quien gane, la confluencia va a convertir en un infierno la elaboración de las listas. IU ya ha hecho sus primarias. Podemos las termina este fin de semana.

Entre ellos se palpa la sospecha, igual que está ocurriendo en el PP, donde no habrá primarias andaluzas hasta que se dirima la gran batalla nacional entre Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. El presidente del PP-A, Juanma Moreno, ha apoyado a la exvicepresidenta del Gobierno, sacando para ella más del 54% de los votos de los militantes. Ahora votarán los compromisarios, a los que, por cierto, se les permite votar dos veces: una en la criba inicial y la segunda el próximo día 21. Si gana Soraya, se reafirmará Moreno. Si pierde, ya veremos lo que pasa con Andalucía, percha de todas las ‘guantás’, como demuestra ese vídeo que no ha hecho nadie, pero que circula por internet. Y que liga a Soraya a dirigentes casi históricos (Arenas, Montoro, Villalobos) en un tono negativo que, mira por donde, critica solo a los políticos andaluces.

Al final, si entre todos ellos lo que hay es un derroche de desconfianza, ¿cómo van a conseguir después la confianza de los ciudadanos en las urnas?