En España hay más de 7,5 millones de personas mayores de 65 años, casi un 17% de la población. Sin embargo su interés por este colectivo en prensa, radio y televisión, es escasa, por debajo de lo que corresponde a su importancia numérica.
Cuando aparecen lo hacen con una imagen que no se ajusta a la realidad, con unos marcados rasgos negativos. Protagonistas de páginas de sucesos. La noticia es el abandono, la muerte dramática en soledad, el accidente. Personas con la salud muy deteriorada, que no pueden valerse por sí mismas, necesitan vivir en residencias, ser continuamente atendidas en centros hospitalarios, que consumen muchos recursos económicos, sanitarios y sociales. Beneficiarias de programas de Termalismo Social, de vacaciones del Imserso u otros similares. No se valoran su experiencia, ni sus conocimientos, ni su sabiduría, ni lo que han aportado a lo largo de su vida, ni lo que siguen sumando a sus familias y a la sociedad, como trabajo remunerado o no.
Se ha de ofrecer en los medios de comunicación, informaciones completas que eviten presentaciones parciales que reproducen tópicos negativos sobre el envejecimiento. Irremediable pérdida de facultades; inevitable soledad; decrepitud; incapaces de aprender; colectivo improductivo e inútil etc. Evitar imágenes peyorativas de la vejez que en ocasiones se vierten desde emisiones publicitarias o desde programas y contenidos en clave de humor. Revisar y actualizar los términos contenidos en los informativos y publicitarios, ya que con las palabras se proyectan conceptos y desde estos se conforman las actitudes, es decir, las formas de pensar, de sentir y de actuar del conjunto de los grupos socales. Destacar el peso del grupo social de las personas mayores como fuerza política estimulando a la participación y al compromiso social de las mismas. Evitar el uso de imágenes de archivo en que aparezcan personas mayores y si lo hacen vayan fechadas, Proteger y cuidar de una manera especial la imagen de las personas mayores en situación de dependencia o incapacidad.
En la actualidad, la imagen social de las personas mayores está en plena evolución, alimentada por nuevas actitudes consideradas positivas. Activas, saludables y participativas. Se sienten útiles cuando tienen la oportunidad de aportar sus conocimientos, tiempo y experiencia. El envejecimiento se presenta como un proceso individual, influenciado por múltiples aspectos, lleno de posibilidades, con autonomía personal, independencia, heterogeneidad, diversidad, aportación social y económica, satisfacción vital.. Las personas mayores vienen reclamando su derecho a una imagen que refleje su realidad. Tienen mucho que decir y hacer. Una persona mayor se siente útil cuando lo es. Se siente ciudadana como las demás cuando puede ejercer como tal. Cuando tiene la oportunidad de aportar sus conocimientos, su tiempo y su experiencia.
Poco a poco se va normalizando la presencia de los mayores en los medios de comunicación, en igualdad de condiciones e integrados. Pero ello es tarea que corresponde llevar a cabo a las propias personas mayores y sus organizaciones representativas. Es imprescindible también, la colaboración y el compromiso de los profesionales de la información interesándose y especializándose en el ámbito de la gerontología, así como la implicación de la sociedad en su conjunto, promoviendo un diálogo constante, sin olvidar que los temas referidos a los mayores deben interesar a todas las edades.
* Doctor en Ciencias de la Educación
