El calendario festivo y cultural del año se inició con las candelarias y terminará con la próxima Navidad. La vida es un ciclo de acontecimientos preestablecidos y otros por descubrir. Seguramente recordaremos nuestra evolución personal del niño al adulto muy ligada a cada una de esas fiestas. Nuestra primera candela, nuestro primer disfraz de carnaval, aquella primera túnica de Semana Santa, aquellas inolvidables ferias, la carroza elaborada con mimo para la romería y los calcetines colgados esperando caramelos y regalos. Toda esa amalgama de acontecimientos, crecimientos y sentimientos nos configuran e identifican. Son esencias vitales del ADN personal y colectivas si son declaradas bien de interés turístico de Andalucía. Palma del Río va a iniciar el expediente para sumar a esa declaración su Semana Santa, Carnaval, Feria del Teatro y el museo Victorio y Lucchino.

La Semana Santa de Palma del Río hunde sus raíces en el bajo medievo con la constitución de cofradías de laicos para ayudarse mutuamente bajo la advocación de Santa María. Se conforma auspiciada por franciscanos y dominicos junto con la parroquia. Del siglo XVI son las cofradías de la Veracruz, la Soledad y san Antonio. Sucesivamente se fundaron las hermandades de Jesús Nazareno, Cristo de la Salud y Cristo de la Expiración y muchas más con el paso de los siglos. El Consejo de Hermandades y Cofradías está realizando un excelente trabajo para mantener viva la tradición cofrade y confía recoger el ayer y hoy pasionista en el libro La Pasión según Palma del Río.

El carnaval, aun siendo prohibido, jamás fue suspendido. Año tras año, los paisanos desobedecían los bandos de censura y tomaban la calle al grito de ¡qué torpe, que no me conoces! Quizás esa vocación transgresora condujo a la Feria del Teatro del Sur. Y al buen gusto por el que será uno de los museos más interesantes de España. Tiempo, vamos primero a la declaración.

* Historiador