Las ideas son como las pulgas, saltan de un hombre a otro, dice el escritor polaco Stanislaw Lem. Hoy día las ideas que más saltan son aquellas que a través de los medios tienen una gran influencia en la sociedad creando tipos de conducta que influyen sobre la forma de actuar o de pensar en las personas. Es cierto que somos libres de seguirlas o no, pero pensemos en los adolescente y jóvenes tan faltos de ideas por un lado, ya que todo se les ha facilitado sin el esfuerzo que supone imaginar, pensar, trabajar, etc., y por otro tan dados a la receptividad de ideas que le faciliten un protagonismo, una razón que justifique su existencia. ¡Cuántas ideas se nos ocurrían a los niños de la posguerra, carentes de todo! Siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras, algo con lo que no he estado completamente de acuerdo. La palabra cálida, sincera, cercana... va directamente al corazón y al alma del que la escucha, pero no digamos a dónde puede llegar sin va acompañada de imágenes, y hoy día, los medios de comunicación, la televisión, sobre todo, son imágenes y palabras que se repiten una y otra vez, creando en el espectador joven, sobre todo, una especie de reclamo al contemplar la mera acción de conocer algo. La primera vez que oí, con toda naturalidad la palabra «Manada» como nombre y definición de un grupo de jóvenes agresivos, violentos, etc., sentí inmediatamente como aquella idea de constituirse en manada iba a calar en jóvenes, carentes de valores, de ideas, de ganas de arrimar el hombro, etc., y así ha sido. Yo creo que menos airear violaciones, robos, muertes, etc. y más actuación rápida y contundente de la justicia, porque son ideas que se difunden y se multiplican en actos. Yo reivindico, por mis escasos medios, una televisión, sobre todo, que informe y eduque. Menos cocina y más pedagogía, concursos de ideas, y menos casas donde se premia al más gritón, y más programas de auténtica convivencia en valores.

* Maestra y escritora