Días atrás mi nieta, comiendo un trozo de salchichón, se me ahogaba... No tengo palabras para expresar el mal rato que pasé, pero mi instinto me hizo meterle el dedo hasta el fondo de la garganta, y a Dios gracias lo solucioné. Hace poco en un cine un niño estuvo a punto de morir atragantado por una palomita, pero alguien le supo aplicar el método de Heimlich y el pequeño se salvó. Cuando pasas un susto de este tipo te das cuenta de la gran importancia que tiene haber hecho un curso de primeros auxilios. Es más, seria primordial que para los niños, en básica, fuera un cursillo obligatorio. Esto que nadie te enseña, ellos nunca lo olvidarán y gracias a sus conocimientos podrían salvar una vida.