CLa presidenta de la comunidad de Madrid, cristina cifuentes, se encuentra en el ojo del huracán a cuenta de su currículum. Después de que el Eldiario.es publicara que la dirigente del PP obtuvo un título de máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) con notas falsificadas, el rector y varios profesores del centro universitario admitieron en rueda de prensa que, por un fallo imputable a una «mala transcripción», cambiaron la nota de Cifuentes de dos asignaturas de «No presentado» a «Notable». El rector, en cualquier caso, afirmó con rotundidad que no hay ninguna irregularidad en la titulación de Cifuentes en el máster sobre Derecho Autonómico, y que errores de este tipo son inusuales. Las explicaciones de la universidad no han satisfecho a la oposición. Íñigo Errejón exigió «pruebas documentales» (es decir, los trabajos y exámenes de Cifuentes) para disipar las dudas, algo que la URCJ no hizo alegando a la ley de protección de datos. Cifuentes emitió un comunicado en que negó las acusaciones y aportó documentación oficial. La acusación de falsificar el currículum es demasiado grave como para jugar alegremente con ello y permitir que existan sombras de duda, sobre todo cuando pueden disiparse con facilidad: mostrar los trabajos que demuestren que la nota de Cifuentes en esas dos asignaturas, una de ellas el trabajo de fin de carrera, fue un meritorio 7,5, como afirmó el rector.