Un cura de barrio

Fue un acto entrañable, como lo definiera el presentador José Antonio Luque, radiofonista de Canal Sur, en sus primeras palabras. Allí, en el salón de actos del Colegio de los Maristas, en el corazón del barrio de la Fuensanta, el pasado jueves, se presentaba el libro Raíces, escrito por el cura párroco de la parroquia de san Rafael, Santiago Baena Jiménez. Allí, entre aromas cordiales y fraternos, desgranaron sus palabras y sus sentimientos, desde el inspector de Enseñanza Luis Raya, hasta el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, que presidió el acto. Primero, Cristina María Gámez, autora del Epílogo del libro, que ensalzó desde la riqueza de sus vivencias personales, la persona del cura de su barrio, planteando esta interrogante audaz a los asistentes, tantas personas sencillas, tantas personas amigas, como llenaban por completo el salón: «¿Quién hace a quién, el barrio al cura o el cura al barrio?». Cristina describió en sus palabras la singladura de Santiago Baena, destacando «su humildad y su sencillez, sin miedo a confesar abiertamente sus pensamientos, sentimientos y aquellas incógnitas que se planteaban en su labor cotidiana». Por su parte, el catedrático José Manuel Cuenca Toribio, en una intervención erudita y profunda, explica el desarrollo de los barrios en Córdoba, la labor del cura aunando a sus vecinos y conformando proyectos que configuraran paisajes humanos, en atenciones urgentes a las necesidades sociales. Intervino Santiago Baena para ofrecer el contenido de su libro, insistiendo en que se trata de un estudio sociológico-religioso del barrio Fuensanta-parroquia de san Rafael. Con palabras transidas de gozo y de emoción, repasó algunas de las actividades de su labor en el barrio: la fundación de «Frapa», para la formación y desarrollo integral del discapacitado; la cooperativa Alfar-Frapa; el Hogar de Mayores; el Hogar parroquial; la Asociación de Vecinos; las obras culturales... El obispo de la diócesis, Demetrio Fernandez, cerró el acto con una palabras cálidas y cercanas para subrayar la misión de la Iglesia y de los sacerdotes, alentando siempre presencias y respuestas de solidaridad para abrir futuros de esperanza.