A Enrique Aguilar Benítez de Lugo dos años después, X edición del Premio Citoler

Los azulejos de una vieja casa palaciega cordobesa sirvieron de marco, en la primavera de 2005, a Enrique Aguilar, Alfonso de la Torre, Diego Ruiz, Pilar Citoler y a quien escribe, para reflexionar sobre la necesidad de hacer una apuesta renovadora de la cultura contemporánea en Córdoba. Enrique propuso hacer un premio de fotografía de impacto internacional y todos asumimos el reto.

Era un tiempo en el que algunos jóvenes creadores cordobeses de la mano de la Diputación y la entonces joven Fundación Botí, agitaban desde finales de los noventa la vida artística y creativa en Córdoba. También se gestaron proyectos culturales en los que Diputación, Universidad y Ayuntamiento, a veces acompañados de la Junta, unieron sus fuerzas para mantener la esperanza: Mateo Inurria, Julio Romero, ModernStar, Circa XX en Córdoba (¿?), la recordada Sala PuertaNueva, el telón de fondo de 2016...

En este marco nació el Premio Internacional de Fotografía contemporánea Pilar Citoler, que en octubre de 2006 presentó su primera edición en los salones del Hôtel du Louvre y en el espacio del Museo del Louvre en la Feria Paris Photo. Se presentó, pues, al mayor nivel en el mejor espacio de la fotografía mundial. Era una clara demostración, cuando las circunstancias lo permitieron, de la voluntad de hacer de aquél un premio referente internacional, que con los nombres de Córdoba y Pilar Citoler, se convirtiese en el mejor exponente nacional e internacional de apoyo y difusión de la fotografía contemporánea. Sigue siendo uno de los premios mejor dotados y más reconocidos en el mundo de la fotografía. El premio debía de ser el complemento perfecto que acompañase la llegada a Córdoba de una de las mejores colecciones de arte contemporáneo de España: Circa XX. Nadie nunca demostró, más allá de la envidia y la mediocridad, que no lo fuese. Este proyecto se frustró, no hacen falta más explicaciones ni porqués. Por lo de siempre, por esa Córdoba lejana y sola. En Zaragoza la colección puede verse en periódicas exposiciones temáticas singulares, además de en muchos otros lugares de España en proyectos de intercambio y difusión propiciados por su actual propietario: el Gobierno de Aragón.

El Premio se mantuvo firme y fue desde sus comienzos ganando prestigio. Todos los premiados y finalistas son conscientes de lo que para ellos y ellas ha supuesto. Desde la primera ganadora, Begoña Zubero, hasta el último, José Guerrero, pasando por Félix Curto, Manuel Sonseca, Juan del Junco, Karen Knorr, Jorge Yeregui, Vari Caramés y Erika Nyholm. El valor de sus fotografías ha crecido exponencialmente y sus nombres han difundido también a Córdoba en sus carreras.

Cada cartel anunciador del premio se ha ilustrado con una fotografía de autores de primer nivel mundial: Per Barclay, Pierre Gonnord, José Manuel Ballester, Rosa y Bleda, Richard Billingham, Txomin Badiola, Graciela Iturbide... Del jurado, que estuvo integrado, salvo en las dos últimas ediciones, por profesionales al margen de las instituciones, han formado parte fotógrafos, coleccionistas y críticos de primer nivel: Pablo Genovés, Pérez Siquier, Pablo Juliá, Per Barclay, Alberto Anaut, Pierre Gonnord, Catherine Coleman, Juana de Aizpuru, Soledad Lorenzo, José Manuel Ballester, Juan Manuel Bonet...

En el año 2010 la Universidad se quedó sola al frente del Premio. La ciudad no parecía apoyar esta apuesta cultural en momentos de crisis. Sin embargo, decidimos seguir adelante y encontramos en la Secretaría General de Universidades de la Junta de Andalucía el apoyo imprescindible. Al convertirse en bienal el premio consiguió sortear las dificultades sin perder prestigio. Los rectores, Eugenio Domínguez, José Manuel Roldán y José Carlos Gómez, lo han apoyado. En la última etapa otro equipo se hizo cargo de su gestión, consiguiendo la cesión por el Ayuntamiento de la Sala Vimcorsa, lo que ha contribuido a una mejor presencia en la ciudad. Ahora las fotos premiadas se exponen en el nuevo espacio cultural de la UCO. No obstante, no es suficiente. Aunque la Universidad Internacional de Andalucía desde 2015 proporcionó una ayuda importante para asegurar su financiación, el Premio necesita una mayor implicación de Ayuntamiento y Diputación y debe relacionarse con el mundo de la fotografía cordobesa, que ha sido una asignatura pendiente. Dentro de los grandes referentes culturales de la ciudad: Cosmopoética, Bienal de Fotografía, Festival de la Guitarra... El Premio Pilar Citoler se ha ganado por derecho propio un lugar para llevar a Córdoba un poquito más allá de la lejanía y soledad en la que sigue varada la magistral obra de Nieto y Sobejano.

* Catedrático de la Universidad de Córdoba