El reto de conseguir la capitalidad cultural en 2016 convirtió a la cultura en un eje prioritario de la política municipal de los últimos años. Frustrada esa aspiración, los responsables municipales, lejos de reorientar las metas culturales de la ciudad y de canalizar el importante impulso ciudadano a este proyecto decidieron que lo único interesante de salvar en esta malograda aventura es el gusto por los grandes «pantallazos culturales». Desde Ganemos Córdoba pensamos que un medio adecuado para evitar las ocurrencias (¿Ser el único festival del mundo dedicado a un río, como ha dicho el concejal de turismo, justifica por sí solo promover un proyecto de este tipo?) y consensuar la importancia de la apuesta por la cultura en una ciudad como Córdoba es la creación del Consejo Municipal de la Cultura.

Uno de los retos que nos propusimos en Ganemos Córdoba y que teníamos en común con PSOE e IU era poner en marcha este nuevo ente, como una herramienta para articular, impulsar, tejer redes, vertebrar la participación de los artistas y profesionales del sector y consolidar «otra forma de hacer» en política cultural. Este órgano, con el que el Gobierno habría podido dotar a la ciudad de un espacio de reflexión y encuentro en torno a la cultura, habría sido útil para debatir la conveniencia de proyectos como el recientemente anunciado Ríomundi, que a falta de conocer más detalles, lleva toda la pinta de convertirse en una Noche blanca del flamenco II.

Este necesario debate cultural de la ciudad, no abordado por el manifiesto desinterés del Sr. David Luque, responsable de la delegación de Cultura, debemos relacionarlo con el reciente debate de gran interés para la ciudadanía, como son los abusivos usos del espacio público, en este caso la zona Ribera/Puerta del puente, ambos con el denominador común de la absoluta ausencia de consulta y de reflexión compartida entre la acción política y la ciudadanía.

Hacer coincidir en la misma semana de junio eventos de calado como son, el festival de Circo Contemporáneo y este nuevo, Ríomundi demuestra la carencia del mínimo sentido práctico y de la mayor eficiencia y rentabilidad económica que debe guiar a cualquier servidor de lo público. Si además sumamos en el mismo mes de junio otros eventos de gran formato como la Noche Blanca del Flamenco o el concierto extraordinario de la Orquesta de Córdoba y el Coro de Opera Cajasur en la Axerquía, nos indica, como mínimo, la ausencia de coordinación política entre las delegaciones de turismo y cultura .

Tres años trabajando por este Consejo, un órgano que habría ayudado a diseñar consensos y estrategias que involucren a la ciudad, habría evitado ocurrencias temerarias de inversiones insostenibles, promovidas por concejales que se representan a sí mismos más que a un proyecto ciudadano y de gobierno. Tres años haciendo propuestas para hacer realidad tanto el consejo de la cultura como espacio de encuentro y del observatorio de la Cultura que lo acompañaría como instrumento de análisis que nos permita conocer otras experiencias culturales y sobre todo detectar el protagonismo que debe tener la cultura en la ciudad del siglo XXI.

¿Hasta cuándo van a dejar de considerar menores de edad a la ciudadanía dejándola al margen de la planificación de la política cultural?

En Ganemos Córdoba vamos a seguir trabajando para que la importante apuesta cultural que esta ciudad realiza no se deje llevar por la apatía del concejal de cultura o las ocurrencias del de turismo.

* Coordinador Comisión de Acción Ciudadana de Cultura y Educación. Ganemos Córdoba