Se presenta estos días una nueva edición de la feria de la solidaridad, que aunque no viene anunciada en los catálogos oficiales de las ferias comerciales, no es de menor interés el fruto que pretende. Feria de la solidaridad en un mundo dividido y carente de principios, que este año se dedica a los medios de comunicación como artífices fundamentales de la sociedad que estamos construyendo. Es evidente que la división de los tres poderes que preconizara el propio Montesquieu murió hace mucho. Y aunque ahora estamos en época electoral y este mensaje no sea vendible, la verdad es que el primer poder no es el político, sino el económico. Es la economía la que promueve las guerras y traza las líneas fronterizas de los estados; es el poder financiero el que está detrás de muchas campañas políticas o el que financia a las administraciones públicas (pregúntenle a las diputaciones y ayuntamientos). Este es el verdadero señor al que se someten el poder político de las urnas, el poder militar de las armas y, cómo no, el poder mediático de los medios de comunicación social que no son sino otros instrumentos más que se reparten su cuota de mercado desde el interés de los grupos editoriales a los que sirven.

Pero el poder de los medios de comunicación es tremendo, ni mucho menos el cuarto, en la sociedad de la información y de la imagen en la que vivimos. Poder para construir estados de opinión pública y estimular las conciencias individuales, poder para transmitir cultura y acercar a las personas, o bien poder para destronar o encumbrar a "líderes" públicos, para manipular los acontecimientos, para generar violencia o maquillar la verdad con la propaganda oficial. Y fíjense como el control de un poder tan importante, a pesar de los manuales de estilo periodístico y de la variedad de medios, se nos escapa a la ciudadanía.

Hace bien Córdoba Solidaria y su feria anual en reivindicar la profesionalidad, en reclamar la verdad, en denunciar el servilismo y fomentar una conciencia crítica que analice y contraste de por sí cada dato y noticia, de unos medios de comunicación que sean el eje de un mundo distinto y aún posible.