La «misión», es decir, la tarea o encomienda de las religiosas y religiosos que se convierten en misioneros, consiste en llevar el testimonio de su fe cristiana y hacerlo llegar de palabra y de obra a los lugares del mundo a los que se dirigen. En la práctica, es mucha la obra que hacen los misioneros, que están en los países más pobres, junto a los más necesitados, en zonas de conflicto, trabajando para ayudar a la población local. Además de vivir muy alejados de las comodidades occidentales, a veces están en grave peligro. Como el misionero salesiano Antonio César Fernández, nuestro paisano de Pozoblanco, que al final ha entregado también su vida.