Ha dicho cosas muy interesantes, en una entrevista, la periodista Eva Díaz Pérez, que dirige desde hace muy poco el Centro Andaluz de las Letras. Estoy de acuerdo que en nuestra comunidad «se ha apostado por el entretenimiento, en vez de por la cultura (…) que no ha sido una prioridad política (…) Desgraciadamente es un mal que une a buena parte de la clase política a la que quizás no interesa tener a ciudadanos formados y, por lo tanto, críticos». Para mí, el ejemplo más palpable de utilizar la incultura disfrazada de cultura lo hemos tenido durante décadas en la tele autonómica. Que yo sepa Canal Sur no está ubicado en el organigrama de la Consejería de Cultura. Pienso ingenuamente en un «error estructural» de los que redactaron el Estatuto de RTVE en 1980, origen de tantos estatutos autonómicos. No es, pues, extraño que se haya banalizado la cultura desde un canal supuestamente público. Decía Vargas Llosa que la estupidez actual tiene mucho que ver con la cultura audiovisual de nuestro tiempo. Pero hoy el cultivo de la sensibilidad no es asignatura obligatoria en la escuela. La cultura se reduce a saber manejarse en las redes sociales gracias a la tecnología o conseguir grandes audiencias en las teles para que llegue la publicidad. Según Eva Díaz Pérez «se ha apostado por cierta difusión de actividades folclóricas en la televisión (…) que ha proyectado una imagen tópica de Andalucía». Decía Claudio Abbado que «la cultura es un bien común primario como el agua. La cultura permite distinguir entre el bien y el mal, juzgar a quien nos gobierna. Llegan al poder personas ignorantes».