Al futbolista le ha costado caro ponerse a bien con la Hacienda pública española. Ayer se confirmó la sentencia que reduce la condena a 23 meses de cárcel y le impone una multa de 18,8 millones de euros en virtud del pacto al que llegó con la Fiscalía y Hacienda, por el que reconoció haber cometido cuatro delitos fiscales entre 2011 y 2014, cuando estaba en el Real Madrid.