Solo poner el titular cuesta trabajito. Qué yuyu. Pero es que durante la Semana Santa se han cruzado informaciones un poco espeluznantes al respecto, y el riesgo es que hayan desfilado como las procesiones y se alejen de la memoria. Así que esto, más que una columna, es una recopilación de titulares que ni siquiera precisan comentario. Lo primero, el 21 de marzo. la Asociación Española Contra el Cáncer califica a Andalucía como punto negro (con Asturias, Extremadura y Madrid) por la incidencia y mortalidad del cáncer de colon. Ese día nos cuentan que la implantación de programas de cribado (una prueba de detección) en las personas que están en edad de riesgo (de 50 a 69 años) no llega al 20%. Nos enteramos de que el cribado cuesta 182 euros (3 euros el kit) mientras los tratamientos para curar la enfermedad se sitúan en 27.000 euros. En ambos casos paga el sistema público de salud. El día 22 sale Moreno Bonilla (PP) acusando y la presidenta Díaz diciendo que cumplirá los plazos del Ministerio para implantación del cribado, que son de cinco años. Ojalá no nos toque, pues la siguiente noticia nos dice que «Un tercio de los pacientes con cáncer de colon tiene metástasis al diagnóstico». El día 26 la consejera, Marina Álvarez, asegura que el cribado se irá implantando por edades, empezando por el grupo de 65 a 69 años. Y el día 31 la Junta difunde que hay 57 investigaciones en marcha para mejorar diagnóstico, prevención y tratamiento del cáncer de colon. Una gran noticia que no contrarresta el hecho de que los andaluces no tenemos acceso fácil a lo que ya está inventado, el cribado, y puede salvar vidas. Ya sabemos que somos muchos, que esta autonomía no puede con el peso de su enorme población, pero algo habrá que hacer, ¿no?