El Domingo 18 de Junio la Iglesia celebra el día del Corpus Christi que con el lema “Llamados a ser comunidad”, Cáritas nos invita en su campaña institucional a poner el foco de atención en la dimensión comunitaria de nuestro ser, como eje fundamental de nuestro hacer al servicio del Reino de Dios y del proyecto de transformación social en el ejercicio de la caridad. Cristo pasea por las calles para interpelarnos y hablarnos, no es un Cristo mudo.

Mas si queremos ser ámbito de comunión y constructores de comunidad, necesitamos cultivar una verdadera espiritualidad de comunión al estilo de aquellos primeros cristianos que vivían unidos y lo tenían todo en común..

San Juan Pablo II nos describía con gran profundidad las características de esta espiritualidad de comunión, al comenzar el presente milenio: Espiritualidad de comunión significa ante todo una mirada del corazón hacia el otro, en los hermanos que están a nuestro lado. Espiritualidad de comunión es también capacidad de ver ante todo lo que hay de positivo en el otro, para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios:un “don para mí”.

A la luz de este texto y a la luz de nuestra realidad eclesial y social, queremos señalar algunas de las implicaciones que conlleva una verdadera espiritualidad de comunión con los que sufren:

1. Comunión y dignidad humana: La espiritualidad de comunión nos exige descubrir nuestra dignidad personal. Somos seres nacidos de la comunión y hechos para la comunión. 2. Comunión y desarrollo humano integral: La espiritualidad de comunión nos lleva a vivir el servicio de la caridad como un servicio al desarrollo humano integral. No basta sólo para dar pan o para promover un simple desarrollo económico. Además de pan, necesitamos “Palabra”, relación, comunicación, comunión y sentido y un desarrollo para todos los pueblos, que integre la dimensión individual y comunitaria, la dimensión corporal y espiritual del ser humano. 3. Comunión y compromiso transformador : La comunión con los que sufren a causa de la marginación y la exclusión nos mueve a reaccionar ante las injusticias sabiendo que no es suficiente atender a las víctimas, como dice el Papa Francisco: imitar al buen samaritano no es suficiente , es necesario transformar las estructuras y dejarnos afectar por los pobres y desde ellos transformar también nuestros criterios y actitudes, nuestro modo de pensar y de vivir.4. Comunión y economía solidaria: Nos preocupa la sociedad centrada en el dios dinero y sentimos la necesidad abrir caminos a otra economía al servicio de la persona que promueva al mismo tiempo la inclusión social de los pobres y la consolidación de un trabajo decente. Es necesario dar paso a una economía de comunión, economía social que favorezca un reparto más justo de los recursos”. 5. Comunión y espiritualidad de ojos abiertos: Hoy hemos de ser conscientes de que no toda espiritualidad sirve para el compromiso caritativo y social. Lo ha dicho también Francisco: “No sirven ni las propuestas místicas, ni los discursos y praxis sociales o pastorales sin un fuerte compromiso social y misionero que transforme el corazón”. Nuestra mística ha de ser una mística de ojos abiertos a Dios y a los hermanos, no una mística sin nombre y sin rostro, como algunas de moda.

.Estudios de Licenciatura en Ciencias Religiosas-