Los que nos confesamos monárquicos nos sentimos ampliamente desgraciados porque sabemos que a la Monarquía española no la vencerán los republicanos sino que su ocaso vendrá desde dentro de la propia institución. Que se casen los herederos con personas ajenas a la Monarquía conlleva un riesgo de imprevisibles consecuencias. Entre las pocas obligaciones que tienen los herederos de la Corona está la de saberse casar. Esto conlleva dos vías, la primera, que te cases con alguien a quien quieres y respetas y en segundo lugar, que dicha persona tenga las suficientes potencialidades para afrontar el papel institucional que se le avecina. El caso de Letizia es de libro. Cuando su Alteza Real el Príncipe de Asturias se casó con ella no nos gustó a casi nadie. Pero decidimos darle una oportunidad. Pudiera ser que estuviésemos equivocados. El tiempo nos ha desilusionado. Letizia es una persona soberbia y desagradable. Ya en su visita a Córdoba dieron un espectáculo muy lamentable. Su cara de aburrimiento y superioridad en actos públicos es realmente desesperante. Cuando el Rey Felipe se esfuerza día a día en modernizar la Monarquía llega ella y lo echa todo por la borda . Pero lo más indignante es que se enfrente y humille a la que probablemente sea la mejor Reina que ha tenido España en muchísiiiiiimo tiempo. Nieta, hija, hermana, esposa y madre de reyes la Reina Doña Sofía ha ejercido un papel institucional insuperable. Letizia debería hacer la genuflexión ante Doña Sofía. De hecho había un proyecto de ley por el cuál el consorte de la reina o la consorte del rey sería príncipe o princesa. De este modo se la pondría en el sitio que le corresponde. Espero que en Zarzuela haya habido bronca y se haya puesto a la consorte del Rey en su sitio. Y que se le haga saber que la Princesa Leonor es la heredera y debería afrontar su papel institucional lo antes posible, sobre todo en los Premios Princesa de Asturias. Y cuando cumpla los 18 años alistarse en las tres academias militares. Y si la madre no quiere, que corra el orden de sucesión. Las cosas claras y el chocolate espeso. ¡Viva el Rey! H

<b>Juan Salvador Gómez Moreno-Laguna</b>

Córdoba