Cerca de tres mil cordobeses solicitaron el año pasado ayuda para superar sus adicciones, en un abanico que tiene en el alcohol y la cocaína las sustancias que más conducen a la petición de auxilio, y que se extiende al tabaco, al cannabis, a los psicofármacos y a las nuevas tecnologías. La escala varía por edades. Así, los adolescentes y los más jóvenes tienen el problema en el cannabis, la cocaína y las tecnologías (móvil e internet), los adultos jóvenes en cocaína y alcohol, y los adultos mayores en alcohol y psicofármacos. Es fácil suponer que son la punta del iceberg, pues solo se acude a centros asistenciales cuando el problema está muy avanzado. Los datos son del balance del Instituto Provincial de Bienestar Social, el centro andaluz que ha atendido a más usuarios por cada mil habitantes, y permitirán a diseñar acciones de prevención adecuadas a las tendencias que se dibujan. En los próximos años la dependencia de las nuevas tecnologías empezará a causar estragos, y se aprecia que alcohol y tabaco siguen siendo las sustancias legales que más problemas generan. Resulta especialmente inquietante que el Reina Sofía sea el hospital andaluz que más menores atendió en urgencias el año pasado por consumo de drogas, principalmente alcohol. Nuestra sociedad e instituciones tienen por delante una importante tarea educativa para que los jóvenes dejen de asociar las bebidas alcohólicas con la diversión.