El Córdoba CF 2019/20 echó ayer a andar en la fase de preparación para la que solo hay un objetivo en el horizonte: el regreso a Segunda División A por la vía rápida. Por el propio peso de la ciudad, por historial deportivo e incluso por presupuesto, ver el nombre del club blanquiverde en el calendario de Segunda B que se dio a conocer ayer no guarda proporcionalidad con el amplio respaldo social que ya se está manifestando en la renovación de abonos por parte de los aficionados de la capital y la provincia. El club tiene una importante deuda que zanjar con sus leales seguidores que no puede dejar para más adelante. La reconstrucción del Córdoba CF, por lo pronto, ha empezado a deparar nombres para la esperanza. Desde el propio entrenador, el navarro Enrique Martín, un técnico con una peculiar personalidad y mucha experiencia en el fútbol español. También parece, a priori, estar a la altura de las exigencias el rosario de jugadores que se están sumando a la causa, desde el carismático Javi Flores, que retorna como un hijo pródigo, hasta el resto de un plantel que en apariencia parece incluso más competitivo que aquel equipo que la pasada temporada cayó en barrena desde la primera jornada. Y aún quedan muchos nombres por llegar. El camino que ayer arrancó va a ser largo (la Segunda B es de las ligas europeas con más jornadas), pero mejor es empezarlo con razonables sensaciones para el optimismo.