El balance de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) correspondiente al primer semestre de este ejercicio ha vuelto a poner de manifiesto las quejas de los empresarios del sector acerca de los bajos niveles de inversión de las Administraciones en obra pública en la provincia de Córdoba. Los datos no ofrecen dudas. En el primer semestre del 2017 se han sacado a concurso proyectos por valor de 27,3 millones de euros, por debajo de los 35,5 millones de los seis primeros meses del ejercicio anterior. Este volumen de inversión es el más bajo de los últimos 18 años y sitúa a Córdoba a la cola de Andalucía y entre las 13 provincias españolas en las que menos concursos se convocan. Contrastan estas cifras con los datos macroeconómicos que anuncian el final de la crisis, pues la inversión en infraestructuras de las Administraciones se encuentra incluso por debajo de la registrada incluso en los peores años que se recuerdan de nuestra economía. La Asociación de Empresarios de la Construcción de Córdoba (Construcor) no ha podido definir más claro el paisaje: «Peor no se puede estar». Naturalmente, las obras públicas, como las infraestructuras en general, son necesarias porque son las que permiten el desarrollo económico, el establecimiento de industrias, la rápida puesta a disposición de mercancías y un largo etcétera de beneficios que afectan al conjunto del mundo empresarial y, por extensión, a los ciudadanos, de ahí que elevar estas inversiones sea productivamente útil y socialmente rentable.H