Con frecuencia la ciudad se conceptualiza desde ópticas cognitivas, racionales o instrumentales. Ese enfoque es aceptable pero no se debería subestimar que en la construcción de nuestra ciudad tiene particular importancia la dinámica de la confianza; es decir, de las emociones.

La vida de Córdoba no es otra cosa que un sinnúmero de encuentros, de mutuas relaciónes que, a su vez, influyen en la vida social práctica. En esas relaciones surgen sentimientos positivos y negativos y estos últimos configuran la desconfianza en lugar de generar lo contrario.

La confianza prospera en configuraciones homogéneas y sufre con la heterogeneidad.

Cuando se participa de la misma idea se genera confianza. Córdoba, como ciudad Mundo, solo se construirá desde la confianza en la propuesta, objetivos y procedimientos, porque la dinámica de la confianza intervendrá en el desarrollo de esa Marca. Y lo hará positivamente porque está orientada a la creación de un orden social y a reducir el riesgo de actuar de modo desordenado.

La Universidad de Córdoba, a través del profesor Eulalio Fernández, está desarrollando procedimientos para lograr la identidad de Córdoba como ciudad Mundo al igual que lo son Londres o Roma.

Para contribuir a generar confianza respecto de este proyecto los medios de comunicación son actores esenciales porque contribuyen a la creación de un sentimiento general de confianza social hacia la idea de que Córdoba, que fue capital regional del mundo, hoy logre ser de nuevo ciudad mundial. La difusión de este concepto y de los métodos de trabajo, necesarios para lograrlo, fortalecerá los mecanismos de creación de la necesaria confianza.

La confianza se ubica entre la ignorancia y la sabiduría. Se enraiza tanto en la experiencia como en la ausencia de ella. La carencia de conocimiento hace necesaria la confianza pero en este caso será ciega. La total sabiduría no exige confianza porque es innecesaria. Por eso, Córdoba Mundo, que nos es ni tal conocimiento ni completa ignorancia, exige la confianza de grupos de personas interesadas en este concepto globalizador y civilizador simultáneamente.

Una Córdoba mundial es un concepto de futuro, no de pasado. Pensar en el pasado es reflexionar en términos de verdadero o falso pero pensar en el futuro es relacionarse con el riesgo. Córdoba Mundo tiene que ver con incertidumbre social y con tomar decisiones y actuar. Obviamente siempre existen elementos de riesgo si se actúa pero al mismo tiempo se toman decisiones para absorber la incertidumbre. Y Córdoba Mundo es avanzar por un camino que aleja a nuestra ciudad de esas incertidumbres , representadas en quedar ensimismados. Córdoba Mundo es un bien común que necesita difusión y comunicación para ganar confianza.

Creo en la suficiencia de quienes abren el camino hacia ese concepto. No tengo sentimientos de inseguridad ni de miedo porque la promoción está en buenas manos. Quienes promueven la idea están en el proceso de restaurar los efectos perniciosos de la crisis en la capital y en la provincia .

Córdoba Mundo es el inicio de un discurso reflexivo que busca identificar una marca para la capital y la provincia. Nuestra realidad cordobesa siempre ha sido muy eficaz a la hora de construir socialmente crisis y riesgos. Ahora tiene que construir futuro manejando riesgos y conseguir que la capital no sea ciudad vulnerable por la globalización sino que se beneficie de ella.

Antropológicamente Córdoba, ciudad Mundo, es simplemente un mecanismo capaz de generar procesos de decisión colectiva y al mismo tiempo de lograr un consenso implícito, basado en la tácita aceptación de nuestra imperiosa necesidad de cambiar. Es en sí misma un cambio de valores y de nuestro proceso de autoidentificación.

Todo ello requiere nuevo conocimiento, nuevas habilidades, nuevos liderazgos transaccionales. Creará nuevas tensiones, nuevos anclajes y disparidades ante el nuevo modo de entender la capital y la provincia. Exigirá nuevos lazos sociales, nuevos valores y creencias y una memoria colectiva de nuestros pasados fracasos,como fue el no llegar a ser capital europea de la Cultura.

Córdoba, ciudad Mundo, es alejarse de la idea de pasividad, de considerarnos víctimas sin esperanzas.

Debe ser el lazo de unión entre espacio, tiempo e identidad.

* Catedrático emérito de la UCO