Hay muchas clases de arte, y muchas maneras de manifestarlo. Una de las más raras, por lo infrecuente, es el arte de la gratitud. Y ese es el que se repartió el pasado martes en Las Tendillas en forma de corazón palpitante de agradecimiento, un corazón gigante personificado en decenas de ciudadanos que le dieron color con sus camisetas en rojo pasión. Y es también el arte que se exhibe desde ese día en la misma plaza, donde Diario CÓRDOBA ha instalado 15 paneles que recogen en macrorreproducciones de portadas y otras muchas páginas de interior el latido periodístico de 40 años de trasplantes en el Reina Sofía. Una exposición que, como destacó en el acto inaugural Francisco Luis Córdoba, director del periódico, sirve para mostrar que Córdoba, además de llevar a gala el apellido de la cultura, tiene un segundo apellido «gracias a la solidaridad y la ciencia que es el de Puente de vida».

Es un modo de rendir tributo desde el papel de prensa -no siempre portador de malas noticias- al millar de donantes (1.062 según los últimos datos, 75 de ellos en vivo) que con su gesto generoso han permitido la realización de casi 8.000 injertos, muchos de ellos pioneros, no solo a nivel regional y nacional sino internacional. Un total de 8.000 vidas a las que se les fueron abriendo puertas de esperanza durante estas cuatro décadas que han hecho del hospital un indiscutible centro de referencia de la medicina pública y un lugar en el que confiar cuando todo se cree perdido.

En esas páginas expuestas en el corazón de Córdoba se recuerdan hitos como el de aquel 6 de febrero de 1979 en que se llevó a cabo en el Reina Sofía el primero de los trasplantes, al paciente renal Miguel Berni; también el primer trasplante de corazón, realizado por el doctor Manuel Concha en 1986; el primero de Europa simultáneo de hígado-páncreas-riñón en 1997; el primero cardiaco a una niña de ocho días en 1998 o el primero de hígado infantil de una donación de vivo de abuela a nieto en 2015, y así hasta el 2018 en que se hizo el primer trasplante de córnea parcial de Andalucía. Toda una carrera de éxitos y avances sanitarios de los que no solo se han beneficiado enfermos, aislados cada uno en su dolencia, sino la humanidad entera. Triunfos frente al padecimiento y la muerte debidos a miles de protagonistas de una hazaña colectiva; donantes y receptores por supuesto, pero también médicos y demás personal hospitalario -en todos los sentidos del adjetivo- junto a otros muchos profesionales implicados en ese milagro a contrarreloj que es la lucha por la vida.

Cerca del 44% por ciento de los alrededor de 18.000 trasplantes registrados en la comunidad autónoma en los últimos 40 años se realizaron en el Reina Sofía; una gesta debida a una «generosidad sin límites», como le gusta calificarla al coordinador de trasplantes, Juan Carlos Robles, que ha ido creciendo con los años gracias a la mayor sensibilización propiciada por campañas a las que se apunta gente famosa, y al ejemplo dado por las familias de quienes se van de este mundo prolongando en él la existencia de otros. Dicen las estadísticas que ese porcentaje de aceptación familiar está ahora en Córdoba en el 94%, lo que la convierte en la ciudad más altruista en la escala de donantes de órganos, tejidos y sangre. Pero el objetivo sigue siendo llegar al 100%, conseguir que todas las familias autoricen la donación. Ojalá se alcance pronto ese logro, o mejor aún, que llegue el día en que no haya ni que pedir la autorización, que se dé por hecha. Mientras tanto, los pacientes que aguardan en lista de espera (unos 170 de media), siguen aferrados a ese puente hacia la salvación.