La antigua línea ferroviaria Puente Genil-Linares perdió el paso de aquel tren del aceite pero sus 128 kilómetros se han ido reconvirtiendo en la Vía Verde del Aceite, uno de los parajes naturales más hermosos para disfrutar de las excelencias rurales de las provincias de Jaén y Córdoba, con tramos que se van recuperando para el ocio y turismo de naturaleza. En Córdoba, sus 78 kilómetros atraviesan los municipios de Luque, Zuheros, Baena, Doña Mencía, Cabra, Lucena, Moriles, Aguilar de la Frontera y Puente Genil, convertidos en un camino ideal para aficiones como el senderismo, la bicicleta, los deportes, el paisajismo y la fotografía... La vía conserva antiguas infraestructuras y estaciones ferroviarias, junto a pueblos en los que el visitante encuentra riqueza cultural, artística y gastronómica. Para potenciar estos recursos y seguir trabajando en su recuperación, este año nació la Asociación para la Promoción y Desarrollo de la Vía Verde del Aceite, y ayer se presentó una guía turística, editada por la Diputación de Córdoba, que da a conocer las excelencias del antiguo camino ferroviario y de los municipios cordobeses por los que transcurre. La Vía Verde, como señalaba ayer el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, es un recurso excepcional que ayudará a vertebrar esos territorios. Conviene darla a conocer, y que sean los cordobeses los primeros que aprendan --muchos ya la conocen-- a disfrutarla, pues tener tan cerca este maravilloso recurso natural es un privilegio. Y, claro está, que sea un nuevo gancho para el turismo y contribuya al desarrollo de su entorno.