Una diputada le ha dicho a una ministra que el Congreso no son las 3.000 viviendas de Sevilla. ¡He ahí la «clase» de la casta política que padecemos! Pues afortunadamente para las 3.000 viviendas. Porque los que han arruinado económica y moralmente España, no son los de las 3.000, sino los del Congreso, entre otros. Y los de las 3.000, cuando roban una gallina para darle de comer a sus hijos, van a la cárcel. Mientras que la casta política, cuanto más daño hace al pueblo, más asciende. Algunos ven la paja en el ojo ajeno, y no ven la viga en el suyo. ¡De pena!