Da escalofríos la falta de escrúpulos y de conciencia ética implícita en las acciones del dueño de la compañía Defense Distributed. Un juez de EEUU evitó, casi en el último momento, que se publicaran en internet sus manuales para imprimir armas en 3D imposibles de rastrear. Un respiro temporal, ya que Wilson asegura que acudirá al Tribunal Supremo para continuar la batalla judicial.