Las disculpas que presentó el presidente de Ifema por la retirada de la feria ARCO de la obra Presos políticos del artista madrileño Santiago Sierra no han servido para borrar la pésima imagen dada ni tampoco para intentar tapar la voluntad de censura política que impulsó la decisión. Y la acción ha conseguido todo lo contrario de lo que pretendía: la obra retirada se ha hecho famosa.