La impronta de la sociedad española ha quedado, queda, e históricamente constituida por las clases medias, y por ende homologable a grandes rasgos a las de los países europeos y occidentales, en cuanto a más del 50% de sus miembros cabría situarlos en ese estrato social medio, ya sea en términos de renta, de consumo o de estatus. Todo ello la hace coincidir con una sociedad estable con elevado grado de consenso social; y en consecuencia, merced a una serie de equilibrios políticos y socioeconómicos, le ha permitido un devenir en paz sin grandes incidencias o notables broncas sociales --hasta hoy, en cierta medida proletarizada--, desterrando al pasado la obsoleta lucha de clases.

Pero la conformación de esa sociedad de clases medias guarda una historia de connotaciones complejas. Entre 1959 y 1973, período desarrollista y postrero de la dictadura, la economía crecía a un inolvidable 7% anual, tasa solo superada entonces por la referida a Japón. Ese crecimiento hizo que el país abandonase su pasado rural transformándose en una potencia industrial con sus altos hornos, grandes cadenas de montaje, diseñadas para ensamblar hasta automóviles y camiones, astilleros, plantas químicas, instalaciones agroalimentarias diversas, etc. Por lo que, aunque con el sempiterno retraso y no libre de ciertas tensiones, España acabaría incorporada al conjunto de sociedades grandemente urbanizadas, caracterizadas tanto por la democratización relativa del consumo de masas como por la expansión de esas sus clases medias.

De 1960 a 1981 los licenciados universitarios pasan de 240.000 a más de dos millones, mientras las personas dedicadas a la agricultura se redujeron desde los cuatro millones largos a poco más de un millón. Bienes de consumo hoy de uso común como, por ejemplo, el automóvil o el televisor, se extendieron. La vieja España mayoritariamente rural se había homologado a las normas culturales y a las necesidades sociales orientadas por los grandes medios de comunicación de masas; asemejándose sus estratos socioeconómicos a los de las demás sociedades occidentales.

* Doctor ingeniero agrónomo. Licenciado en Derecho