Gibraltar vuelve a ser una china en el zapato del brexit. Como si no fuese bastante compleja la situación de Reino Unido, con su encarnizada batalla interna en torno a su salida de la Unión Europea, la calificación de «colonia» que se incluye para el Peñón en las propuesta sobre los futuros visados ha sido calificada como «completamente inaceptable» por Londres. Es curioso que el Gobierno de Theresa May, que quiere negociar «cambios» no especificados en su acuerdo de salida de la UE, pretenda aprovechar la nueva situación para incluir a Gibraltar como un territorio británico más, cuando la Roca figura en el listado de «territorios no autónomos pendientes de descolonización» de las Naciones Unidas, que recomienda una negociación bilateral entre España y el Reino Unido. Así, igual que en noviembre España amenazó con bloquear el acuerdo del brexit al entender que no daba garantías jurídicas --que nuestro país tuviera la última palabra en cualquier acuerdo de la UE sobre este territorio--, lo que motivó un documento aclaratorio de los veintisiete, en esta ocasión el Gobierno español ha exigido que la calificación de «colonia» figure en el texto. Gibraltar se utiliza reiteradamente en el Reino Unido para exaltar los ánimos de la opinión pública. En este momento, cuando May está en la cuerda floja e intenta conseguir apoyos parlamentarios para que el 13 de febrero se respalde una salida acordada de la UE, Gibraltar puede volver a ser una moneda de cambio. España hará bien en no ceder ni un ápice.