Las chicas de la residencia

Las chicas de la Residencia de las Religiosas de María Inmaculada, con motivo de su despedida de curso, organizaron un acto que tuvo como escenario el pequeño oratorio de las religiosas y el comedor, primorosamente engalanado. Primero, la Eucaristía, con unas emotivas palabras de la superiora de la comunidad, Encarni Álvarez, invitando a las residentes a que no olviden «todo lo aprendido y vivido» a lo largo del curso: «La residencia ha sido para vosotras como un cálido hogar, donde no solo habéis habitado sino que también habéis vivido el aroma de una acogida siempre cordial, de una convivencia de afecto y de amistad sincera, de un compañerismo empapado en solidaridad y en sentido fraternal de la historia». Al final de la Eucaristía, quise ofrecer a las chicas, desde el altar de Dios, una palabra mágica: «Enamórate», «enamoraos» de la vida, de tu vida, de la vida de los demás. Primero, enamorate de la vida, porque las personas tenemos siempre la vida por hacer, los ciudadanos tenemos la sociedad siempre por configurar y los creyentes tenemos nuestra fe siempre por realizar. Esta tarea muestra posibilidades y amenazas, desafíos y tentaciones. Descubrirlas es nuestra responsabilidad como seres alertas a nuestro destino. Segundo, «enamorate de tu vida», dije a las chicas. Dios nos ha hecho a su imagen con la capacidad de ser creadores con Él y con la necesidad de llegar a ser semejantes a Él, participando de su divinidad. Toma los dos grandes timones que posees para hacer de tu vida un manantial de gozos y esperanzas: el «timón de la libertad y el timón de la responsabilidad». No dejes que nadie destruya tu vida, ni la manipule, ni la contamine. Tercero, «enamorate de la vida de los demás, de tu prójimo». Así como un país necesita ser animado y no solo gestionado, ilusionado y no solo regido, orientado hacia metas últimas, lo mismo ocurre con las personas. Hay muchas lágrimas que puedes enjugar; muchas tristezas que puedes consolar; muchos dolores que puedes aliviar. «¡Enamórate! ¡Permanece en el amor! Todo será de otra manera».