La presidenta de la comisión del Pacto de Toledo no puede hablar con la frivolidad con la que lo ha hecho esta semana, proponiendo soluciones simplistas y vinculadas al ahorro privado al grave problema del futuro de las pensiones. Decir que quiere seguir trabajando hasta los 80 años ofende a los trabajadores que no tienen ni la comodidad ni los ingresos de esta diputada del PP.