De aquellas lluvias estos lodos. De aquellos apoyos parlamentarios de PNV y Convergencia i Unió a PSOE, primero, y al Partido Popular (PP), después, y aquellas contraprestaciones del Estado a las Comunidades Autónomas (CCAA) que representaban, hemos llegado a la esperpéntica situación y el ridículo internacional que estamos haciendo con el asunto de Cataluña.

El dedazo de Puigdemont eligiendo al más radical de los posibles candidatos a president de la Generalitat es inadmisible. Dejémoslo bien claro, el que se denomina periodista y filólogo sin serlo no es un exiliado sino un prófugo de la Justicia y en España no hay presos políticos por más que PNV y ahora los dos partidos que representan a la mitad de los catalanes hayan jugado con fuego utilizando dicha terminología.

Sigamos siendo claros, el 155 se suspende porque el PNV ha presionado para que así sea a cambio de aprobar los Presupuestos. La situación de excepcionalidad en Cataluña después de los incendiarios discursos de Torra es mayor, si cabe, que cuando no había presidente de la Generalitat electo. La escenificación de su pleitesía a Puigdemont con su visita a Berlín es otra provocación a un Estado tan débil como su presidente del Gobierno, incapaz de tomar una decisión en tiempo real; igual que le estalló en las manos el escándalo de la Cifuentes, tendrá que volver a aplicar el 155 más pronto que tarde como ya apuntó Rivera, buen conocedor de la realidad catalana.

Que Torra dijera provocativamente, refiriéndose a Puigdemont, «te investiremos» y que finalizara su segundo discurso con un «visca Catalunya lliure» justifica seguir aplicando el 155. Sus exabruptos xenófobos sobre los españoles son intolerables aunque haya pedido perdón con la boca pequeña. La anacronía de nacionalismos supremacistas como el catalán es el germen de la destrucción de Europa. Muchos de los niños españoles que fueron adoctrinados durante cuatro décadas en contra de su país, son ahora políticos en activo.

La co-oficialidad de las lenguas, en vez de utilizarse con fines culturales, ha sido utilizada como medio de adoctrinamiento, barrera y segregación. En Francia, una de las democracias más multiculturales del mundo, la única lengua oficial es el francés.

Ya es hora de reformar un texto constitucional que tuvo su papel mientras había ruido de sables y cuyos principios fundamentales compartimos casi todos pero que necesita cambios importantes. El mapa autonómico tiene que ser repensado y, entre otras, las transferencias en Educación y Sanidad, limitadas. Habida cuenta del abuso de las dos regiones con más transferencias, es perentorio disminuir el nivel de independencia sobre el Estado de las CCAA y vaciarlas en gran medida de contenido y de estructura (políticos), solo así España podrá ser el gran país que potencialmente es.

* Médico