Sigo creyendo en la marca España y más aún cuando puntualmente comentó este periódico que la Comisión Europea otorgó plena confianza al plan presupuestario del Gobierno para el próximo año, lo que significa que, a pesar de todos los pesares, la UE avala la politica de nuestro país. No debemos olvidar que nuestra economía es la quinta por tamaño en la Unión Europea y la decimotercera a nivel mundial en términos nominales; en términos relativos o de paridad de poder adquisitivo, se encuentra también entre las mayores del mundo. Es más, hace poco me leyeron una información de The Economist donde se decía que España es el décimo país del mundo con mayor calidad de vida. De triste recuerdo fue cuando entre 2008 y 2013 sufrió una fuerte recesión, pero en 2014 (afortunadamente) el Producto Interior Bruto volvió de nuevo a crecer. Es triste que por culpa del desafío soberanista de Cataluña volvamos a estancarnos, aunque de forma provisional, y dar un frenazo a nuestra economía. Dios quiera que sea por poco tiempo.