El caso de Juana Rivas esta haciendo correr verdaderos ríos de tinta, y no es de extrañar: una vez más vemos como la justicia (si se le puede llamar justicia), falla estrepitosamente. Que una jueza obligase a dicha señora a entregar a sus dos hijos de 3 y 11 años respectivamente, al padre de ambos condenado por malos tratos, es para miccionar y no echar ni gota. Y máxime cuando a los ineptos de los políticos se les llena la boca conque se están tomando medidas para erradicar de una vez esta lacra que por desgracia es noticia casi a diario.

Juana ha hecho lo que cualquier madre decente hubiese hecho, desobedecer la orden de esta jueza, que bajo mi opinión personal deja mucho que desear y, ocultarse con sus hijos, desobeciendo lo que a todos luces es una decisión judicial injusta se mire por donde se mire. Porque ya tengo comprobado y de sobra que la justicia es ciega para quien quiere y con bastante agudeza visual para lo que quiere ver. El sistema judicial imperante hoy en España, esta obsoleto, es ineficaz, y la mayoría de los jueces que lo componen se cogen las narices con papel de fumar.

Y hablo con conocimiento de causa, he estado 34 años defendiendo la justicia, soy sargento 1º de la Guardia Civil, con 8 diplomaturas en Policía Judicial, y conozco bastante bien el funcionamiento de los juzgados. Por eso el caso de Juana Rivas hace que me hierva la sangre ante tamaña injusticia. Ya está más que comprobado que muchos padres maltratadores, a los que unos jueces le conceden la tutela o se les conceden regímenes de visita, terminan asesinando a sus vástagos.

Juana Rivas, es una mujer valiente, ya que ella sola se ha enfrentado a un sistema que hace aguas por todos lados, la cruda realidad no esta demostrando que las medidas tomadas hasta la presente para acabar con la violencia de género, son ineficaces por completo. Y todo viene porque cuando los responsables de tomar medidas cuando una mujer denuncia malos tratos, no se toman en la mayoría de los casos las medidas preventivas que se deberían de tomar, como se ha podido ver en el último caso de una menor asesinada. Desde este artículo te quiero decir, Juana Rivas, que estas en mi casa y ole tus o... Porque no hay mayor injusticia que no hacer justicia.