pIN MEMORIAM

nA mi tito

Pepe N

***Manuel Diéguez Amate

***Córdoba

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La madrugada del sábado nos dejó para siempre, ha cogido el camino del que nunca se regresa, se ha ido apagando hasta que su llama se ha extinguido. Se ha ido mi tito Pepe, se ha ido quien me enseñó las cosas que más me gustan hacer en esta vida, quien me enseñó a volar, quien me enseñó a pescar, y quien me enseñó la amistad, a relacionarme con los demás, y el calor de los amigos.

Con él aprendí la libertad de vivir, a dormir bajo las estrellas, a respetar la naturaleza, con él y con mi primo tengo los recuerdos más alegres que perduran en mi niñez.

Nunca se me olvidarán esos domingos en Puente Nuevo, esos arroces, y sobre todo esos veranos acampados a la orilla del pantano en que todo lo cotidiano se volvía en la mayor de las aventuras, en las que me sentía como Tom Sawyer, saltando de piedra en piedra, navegando en colchonetas para dormir, que convertíamos en barcos, con los que íbamos a descubrir nuevas islas y lejanos horizontes, cuando un pequeño trozo de madera de balsa se convertía en un avión que volaba como un pájaro, como mi primer avión, que él nos construyó a Jose y a mí, cuando aún solo éramos unos niños. De cómo cuando me llevaba a volar con él y con Jose, lo trataban todos sus amigos con reverencia, por ser una persona que sabía de todo, de cómo con cualquier cosa hacía un milagro y de cómo siempre que íbamos a la pista acababa resolviendo algo irresoluble. También recuerdo como un sueño cuando me llevó por primera vez a pescar en aquel mini naranja, de cómo pescamos mi primo Jose y yo y de cómo saqué mis primero 10 peces metiéndome, para siempre, el veneno de la pesca en el cuerpo. Nunca piensas que se pueden ir gente así, y ahora sé que estará pescando con mi amigo Loro, que se conocerán y estarán sentados con un medio delante y riéndose, mientras El Faly prepara el arroz. Rafa, amigo mío, te mando a mi tito, cuidamelo, como tú solo sabes.

pSOCIEDAD

nLa corrida "maléfica"de la AECC N

***Rafael A. Luna

***Vicepresidente de Avatma

***Córdoba

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Los amantes de la tauromaquia en Córdoba vuelven a poner el dedo en la llaga un año más. Vuelven a reverenciar un espectáculo de tortura animal con la justificación de ganar fondos para la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer), la cual se deja seducir todos los años porque los dineros son importantes. Desde los medios de prensa no se escuchan nada más que voces a favor y más cuando se enteraron que el V Califa quería actuar, sin ninguna condición, solamente por contribuir al beneficio del cáncer. Si el público cree que es un espectáculo benéfico este que se ofrece todos los años en la ciudad creo que hemos perdido la decencia total como ciudadanos, no así los taurinos que lo que quieren es seguir disfrutando de su fiesta. Habla el firmante de gestos de toreros, el gesto es una mueca simple y llanamente, la que nos queda a todos cuando el Ayuntamiento compra entradas por valor de 18.000 euros y de todo eso ni Hacienda ve un céntimo, ni el alcalde dona dinero, por ejemplo, a la Acampada Dignidad, que sí ofrece un verdadero gesto altruista y ciudadano. Dejen de una vez desde AECC de publicitar la tauromaquia, de recaudar fondos manchados con el sufrimiento de animales y personas.

El rechazo social al maltrato animal es mayoritario en la ciudad y no hay nada de altruista en los gestos de los toreros.

pINMIGRACION

nMuerte en la frontera N

***Ana Rueda Alegre

***Majaneque. Córdoba

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Quince personas al menos han muerto en la frontera entre Ceuta y Marruecos. Quince personas con sueños, esperanzas, inquietudes, quince personas jóvenes de los que su familia jamás volverán a saber nada. Ni sus padres, ni sus mujeres, ni sus hijos sabrán nunca si han muerto, si han sufrido, si se los tragó el mar o el desierto o si tal vez se han perdido para siempre en las cárceles de algún país amigo de Europa.

Los trajo un sueño, se los ha llevado una pesadilla armada con fusiles de asalto, chalecos, balas y mala, muy mala conciencia, si es que la tenían. ¿Por qué nadie está pagando por tanta vida deshecha? Quince personas. Una por lo menos mujer. Tal vez se llamaba Fatou, tal vez Aminata, puede que Alice. Tal vez vino buscando un sueño, quizás vino huyendo de una pesadilla. Nunca lo sabremos.