AGRADECIMIENTO

Al Hospital Reina Sofía

Encarnación Fuentes Delgado

Badajoz

El motivo de este escrito es en agradecimiento a la Unidad de Gestión Clínica, Cirugía General y del Aparato Digestivo, al equipo médico de Cirugía del doctor Alvaro Arjona Sánchez y, por supuesto, al Servicio de Ingreso de la Unidad de Cirugía Oncológica, en la 5 planta, desde personal de limpieza hasta los enfermeros de dicha unidad, y en especial a las enfermeras especialistas en colostomía, Isabel Menéndez Muñoz: mi intervención ha sido agresiva pero el personal de dicha unidad ha hecho que mi estancia allí haya sido más llevadera por su trato y profesionalidad.

Siempre se hacen escritos para reclamar y en este caso es de agradecimiento, y por todo ello quiero hacerlo constar, solo puedo decir gracias.

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SOCIEDAD

Manolete, si no sabes torear 'pa' qué te metes

Rafael Luna

Córdoba

Este pasodoble lo entonaban los aficionados seguidores de Carlos Arruza, competidor pero amigo de Manolete para ridiculizarlo. El señor Ballesteros se ha equivocado o ha cometido libelo al decir que los destrozos en las esculturas a Manolete las han cometido personas a las que no les gustan los toros y a las que se las ha llegado a calificar de terroristas desde instancias taurinas. Me gustaría saber cómo calificaría la pintada con la efigie del matatoros puesta en la pared de la Cuesta del Bailío (patrimonio cordobés) y a quién se la atribuye. Seamos justos con la historia y con las personas. Manolete no nació torero porque no hay un gen que se lo determinara, ni tampoco para ninguna otra profesión o afición. Se hizo torero en el ambiente que le tocó, próximo a un matadero donde se ensayaban las puntillas y se lidiaban las reses (ahora totalmente prohibido por normativa). Sus conciudadanos lo alzaron a la gloria y alcanzó prestigio social suficiente para estar donde le corresponde. Ese fin de morir como torero lo consiguió gracias a la afición que lo adoraba por representar lo que ningún otro ser humano se atrevería a hacer. Por eso, amar y matar se confunden y en la tauromaquia amar a los toros es provocarles la muerte agónica tras larga tortura.

Se dice que el que no conoce su historia está condenado a repetirla. En Córdoba conocemos la historia de Manolete pero seguimos repitiendo los errores, sobre todo con los toros. Esa época pasó como bien dice y quedará en el museo, los escritos y en los monumentos de la ciudad. Ahora toca ver el presente y el futuro que pasa por un mejor trato a los animales que es lo que quiere la mayoría. El que sea usted un escritor popular solo puede indicar que le aplauda los gustos y las aficiones al alcalde que puede le corresponda nombrándolo cronista excelso de la ciudad.