pCOFRADIAS

nRocíosublime N

***Jesús A. Monserrat Alcalde

***Hermano del Perdón

***Córdoba

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¿Recordáis la cara de la Virgen del Rocío? Si cada advocación de Virgen en Córdoba es un acierto de humanidad divinizada, la Virgen del Rocío es eso: la Virgen vordobesa sin advocación humana. Hermoso gesto de resignación en su semblante, expresión mística con rasgos de mujer. Llena de gracia es su cara donde la carne de la mejilla se hace cristal de lágrimas y donde los labios ponen sobre el dolor, la iniciación de un gesto inexplicable.

Caerá el sol de la tarde cuando nuestra Madre vuelva a recorrer su barrio en devoto y solemne rosario. Demos descanso al ánimo vagamente entristecido por la labor del caluroso día y abramos de par en par nuestro corazones para la meditación sobre cada una de las cuentas del rezo, en definitiva, las cuentas de nuestra propia existencia. Se abrirán en los patios los jazmines al intuir su presencia y en el cielo lucirán estrellas como jazmines de nuestros patios.

Clara renovación de nuestro compromiso como cristianos, vivencia en comunidad de nuestra fe y exquisito cuidado hasta en el más mínimo detalle. Pareciere estar ante la más antigua vecina del barrio; a la vista está cuando contemplemos el maravilloso altar efímero con motivo de su triduo en la recoleta capilla de San Roque. Hasta el prestigioso músico Farfán le habría dedicado una hermosa marcha.

pTELEVISION

nSe han cargado

'El público lee' N

***Gerardo Pedrós

***Córdoba

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Mi queja se refiere al programa El público lee emitido por Canal Sur 2 y presentado por el señor Vigorra. Han cambiado totalmente el formato del programa, ya no están los lectores en el programa haciéndole preguntas al autor. Creo que el programa ha perdido bastante con la exclusión de los lectores. Ahora simplemente se trata de un programa donde lo dominante es el presentador siguiendo un guión y entrevistando a los escritores.

En mi modesta opinión el señor Vigorra copia el programa de TVE2 denominado Página 2 , pretendiendo hacer un programa más variado, con muchos más planos de cámara y escenarios, por tanto bastante más caro, cuando el éxito del anterior era precisamente un decorado sencillo donde los lectores se sentaban en intimidad con el autor y en un ambiente calmado le hacían preguntas.

Es más, el programa debería de cambiar de denominación pues ya "el público no lee y pregunta" sino que asiste pasivo desde sus hogares.

Los lectores ya no participan en el plató de televisión y la singularidad del programa desaparece convirtiéndose en la típica entrevista del presentador con el autor.