Conocí a Carlos Saura en la Escuela Oficial de Periodismo. Asistía a clases de diversas asignaturas de mi curso. Él estaba matriculado en la especialidad Imagen: quería ser un buen fotógrafo. «La fotografía se ha democratizado. Antes, ser fotógrafo era casi como ser Dios». Lo ha dicho en una entrevista en El Mundo. Le hice en aquella lejana época una entrevista que se publicó en Pueblo, quizá la primera de su vida. La veta cineasta ni le pasaba entonces por su imaginación. «Mi vocación cinematográfica ha sido muy lenta. Empecé con la fotografía»; lo confirma ahora en la entrevista de El Mundo. Pero ha dicho otras cosas muy razonables: «No es difícil halagar al público. Lo vemos todos los días en televisión. Se juega demasiado con los sentimientos facilones de la gente». Recuerdo que en la entrevista de Pueblo me habló de la «fotografía de calidad». Ahora insiste en ello: «Hay una falta de exigencia de calidad. Estamos en un mundo muy superficial. Tanto hablar de feminismo y se permite que la mayor parte de las cosas que vemos en televisión usen a la mujer como objeto». Más adelante añade: «Lo único que les reprocho (a las mujeres) es que cometan los mismos errores que los hombres. Pensaba que cuando llegaran al poder iban a ser más suaves. Son peores que los hombres o iguales». Entonces ¿qué le preocupa del feminismo? «Que empieza a nacer una especie de odio al hombre». En la entrevista de Pueblo comentamos sonrientes que Álvaro de la Iglesia nos llamó «periodistos» y periodistas en un coloquio. Se adelantó con ironía al ellos/ellas, etc. de hoy.

* Periodista