El fugado expresidente de la Generalitat acabó ayer su periplo de huida de la justicia española. Fue detenido en Alemania cuando volvía de hacer uno de sus bolos propagandísticos en Finlandia, país del que también se escabulló a pesar de que uno de sus abogados aseguró que el político catalán iba a entregarse a las autoridades finlandesas. Otra mentira más.