Milito en la izquierda política y social desde mi etapa de estudiante de Derecho en la Universidad de Córdoba. Formo parte de una tercera generación familiar, por vía paterna y materna, de militancia en el mismo sentido político: mis dos abuelos eran militantes comunistas y sufrieron penas de cárcel de varios años en el régimen franquista por dicha militancia, y mi propio padre es militante comunista desde los años cuarenta. Con esos antecedentes familiares, mi toma de conciencia y apuesta política fue temprana y decidida.

Han pasado ya algunos años de mi inicio formal en la militancia en Izquierda Unida de Córdoba, y quiero exponer algunas reflexiones y valoraciones, de presente y de futuro. Tengo que reconocer que mi primer punto de atracción política lo constituyó el auténtico referente de la izquierda española de los últimos 30 años, Julio Anguita (al menos, desde mi punto de vista).

Este compañero de la izquierda fue un ejemplo de austeridad y coherencia en el ejercicio de la Alcaldía de Córdoba, que tanto echamos de menos, obteniendo un respaldo electoral de mayoría absoluta (17 concejales de un total de 27). Dicha trayectoria fue completada en Andalucía y a nivel federal, con el mayor número de votos obtenido por la izquierda real en nuestro Estado. El ejemplo y práctica política de Julio Anguita González me sirve de enganche con lo que la izquierda española necesita ahora.

Desde mi punto de vista, los elementos políticos que debieran caracterizar a la izquierda, tanto a nivel federal como local, serían la austeridad en el gasto público, apuesta decidida por los débiles de la sociedad, oposición a los poderosos en las injusticias, apuesta por la formación y cultura de la ciudadanía, cercanía a los problemas e intereses de los ciudadanos, apuesta decidida por la defensa del medio ambiente y la lucha contra la especulación urbanística por parte de los Ayuntamientos gobernados por la izquierda, acción política permanente en la extensión de los valores democráticos, acciones educativas contra la intolerancia, extensión de la idea republicana de forma y contenido del Estado, la apuesta por modelos de servicios públicos eficaces y extensivos en derechos y prestaciones, etc.

En Alemania ha surgido Die Linke (La Izquierda), un claro ejemplo de fuerza de izquierda anticapitalista y sin complejos, compuestas por fuerzas que se han alejado de la socialdemocracia y organizaciones políticas y sociales filocomunistas, con gran implantación en la zona este de la República Federal. En nuestro Estado, Izquierda Unida tendría que recuperar algunas de las señas de identidad de su momento fundacional, allá por 1986, con el proyecto que se denominó Convocatoria por Andalucía, pilotado por el propio Julio Anguita, además de adecuarse a los nuevos retos locales y mundiales.

Pero, sobre todo, tendría que hacerlo teniendo presente el cuadro de valores e ideas que inspiran a las fuerzas de izquierda, con personalidad y autonomía de pensamiento político, superando el complejo de inferioridad, alejándose de tentaciones institucionales de ejercicio de poder al margen de dichos valores e ideas, y no olvidando la historia de los movimientos sociales y políticos. La injusticia y los desequilibrios sociales, económicos, culturales y medioambientales son cada vez más agudos, tanto en el mundo desarrollado como en tercer mundo. La lucha para eliminarlos debe ser el objetivo común.

* Abogado y doctorado en Derecho Público