La coral Eloy Viro ha cumplido diez años de vida ofreciendo en el Teatro Coliseo de Palma del Río un concierto inolvidable junto a la Coral Municipal y la Joven Orquesta de Los Santos de Maimona. Fusionados en arte y armonía interpretaron el himno de la Alegría para poner felicidad musical a este mes de noviembre. Antonio Machado revivió golpe a golpe, verso a verso, el cantar del pueblo. En ese mismo espacio, el flamenco llegó de la mano de la Diputación, a un aula de escolares; antes, la magistral clase se vivió en Ochavillo del Río y en otros municipios.

Titiripalma levantó el telón de la magia, que en días será Titiricolonia en Fuente Palmera. De pueblo en pueblo, los titiriteros encandilan a los niños con marionetas y textos. Y mientras, la oficina de turismo, la vieja Alhóndiga, se volvió cátedra de libro homenaje al catedrático y profesor, José Manuel de Bernardo. Escuchar a Carlos Martinez Shaw, a Soledad Gómez Navarro o a Juan Nevado Calero es interpretar una etapa de sublimes investigadores de la historia.

El arquitecto César Egea y su equipo completan el embellecimiento de la calle Feria. Muy cerca, un grupo de jóvenes cofrades, coordinados por José Luis Cumplido, presidente del Consejo de Hermandades se han propuesto recuperar una antiquísima devoción, la Virgen de la Soledad. La imagen la ha tallado la gubia de Manuel Jacob Quero y la bendijo un joven sacerdote, Francisco Manuel Gámez.

Llega Jared Gutiérrez desde México para preparar el camino que hermane a la ciudad de Ensenada con Palma. A finales de mes, visitarán las murallas almohades, los amigos de los castillos de la provincia de Córdoba. Castillos de Almodóvar, de Hornachuelos y de Palma del Río restaurados y recuperados como patrimonio histórico de todos. En el silencio de este patio de butacas, mientras me deleito con Va Pensiero de Verdi, levanto mi voz por toda la buena gente que construyen puentes de cultura y convivencia. Para la maldad, ya está el diablo.

* Historiador