De nuevo, reiterándose, afluyen otra vez, las nunca resueltas, complejas y no simples cuestiones que inciden en el mundo rural y en el sector agrario, tan afectados por la fiscalidad implementada en la política económica nacional, al albur de la PAC, que directamente repercute tanto en agricultores y ganaderos como en sus concernidas familias, habida cuenta que estas subsisten únicamente con las rentas derivadas de las cosechas que producen. Sector primario (como lo es la minería y la pesca), base sobre la que se edifican el industrial (considerando la muy importante rama agroalimentaria, a la que nutre, y desde donde también se exporta) y el de servicios (como los que se relacionan con los de manipulación, comercialización y distribución de la producción agropecuaria, en relevante y aventajada situación de monopsonio).

Sector agrario cuya profunda reestructuración y desarrollo en muy escasas ocasiones se ha entendido como un preferente asunto de Estado de básica trascendencia, dignificando en él la vinculante presencia de las mujeres y hombres que allí trabajan; que ni parcial ni mucho menos plenamente han obtenido el reconocimiento social de la eminente tarea que en el medio natural realizan, no obstante los apoyos siempre insuficientes que reciben, aunque cada vez más mermados, con más cicatera distribución y un farragoso procedimiento de concesión. Mientras la despoblación no mengua, sino que se acentúa y empeora mucho más cada día; descontando las acciones otrora emprendidas al respecto de las zonas de colonización, de transformaciones en regadío de interés nacional, de ordenación de explotaciones, y de concentración parcelaria de la meseta castellana y del norte y sur de España.

Adjúntese a ello el agravante aliado de la sesgada y sectorial territorialidad de los recursos de la naturaleza, aunque éstos sean del común acervo; añadida a la contención de los precios en origen, que se mantienen prácticamente incólumes desde hace décadas, a la par que sube el coste de los indispensables insumos que posibilitan el buen fin de las cosechas.

* Doctor Ingeniero Agrónomo. Licenciado en Derecho