Harto de leer y escuchar a tanta «autoridad» a vueltas con el pretendido cambio de nombres de nuestras calles, unos, integrantes de la Comisión al efecto designada, otros, exalcaldes disculpándose por haber cometido el «error» de nombrar una plaza con un nombre faccioso, por desconocimiento se dice, a pesar de poseer el título de maestro, es por ello que estimo que ha llegado el momento de comprobar lo rigurosa que ha sido la citada Comisión a la hora de elegir las calles a suprimir, según la Ley de Memoria Histórica.

Muestro mi conformidad con el cambio de la que siempre fue mi calle, Fernando Fernández Martínez, primer jefe de Falange en Córdoba, nombre muy largo para tan corta calle, por cualquier otro. Desde ahora propongo se nombre con el nombre de un personaje vecino de este mi Cañero viejo, «Juanillón».

Pero sigamos. Se ha pretendido suprimir el nombre de las calles que fueron de la época franquista o que al menos oliese, emitiese tufo a toda una época. Creo que si se hubiese sido rigurosos de verdad, nos quedaríamos sin la mitad del callejero y expongo, según ese corte, que si quitamos a García Prieto y Quesada Chacón, detrás irían todos los periodistas que tienen plazas o calles de la misma época, Matías Prats, Periodista Leafar, Periodista Enrique Ortiz González Zitro, Patio Periodista Grondona, José Luis de Córdoba, Paco Ortega Paco Peñas. Pero es que si nos vamos al gremio de toreros, con calles como Guerrita, machaquito, Manolete, Manuel Benítez El Cordobés, solo se salva Lagartijo. Luego existen «olvidos», más por desconocimiento de una serie de calles como son, a título de ejemplo, Federico Mayo (primer director del Instituto Nacional de la Vivienda con Franco), Don Carlos Romero (según el historiador Francisco Moreno, cómplice con Don Bruno de asesinatos de rojos, masones, etc.), Profesor Lucena Conde (director general de Universidades con Franco), y qué decir de Alcalde Guzmán Reina.

Con este desarrollo del nomenclátor callejero no pretendo que se supriman los nombres antedichos, sino demostrar lo poco seria y rigurosa que ha sido la Comisión designada y, que salvo dos o tres casos, dejen en paz de una vez el callejero y preocuparse los políticos del futuro de esta Córdoba y no mirar tanto atrás que creo para nada ni nadie es bueno.

<b>Antonio Muñoz Centella</b>

Córdoba